viernes, 21 de junio de 2013

              Lazos eternos
                                       Capítulo 3: íntimo

Sentía como Dave la observaba desde su lugar en la librería. Afortunadamente la tienda tenía un segundo piso, en el que pasaba muchas tardes, disfrutando de la tranquilidad del lugar. “Su lugar” pensó inevitablemente. De cualquier modo lo que era especial en este segundo piso, al menos para ella, era la existencia de unos sofás muy bonitos en un rincón, que estaban destinados para que la gente se sentara a leer y cosas por el estilo. Lucy siempre se había refugiado en ese lugar, la tranquilidad que se respiraba era abrumadora y sentía como si entrara en un nuevo mundo. No había mucha gente que supiera realmente acerca de este segundo piso ya que no todos estaba interesados y la verdad es que lo prefería así.
Y ahora estaba allí con él, mientras rebuscaba su ejemplar de Amor en tiempos de cólera y sentía un cosquilleo en la espalda antes su penetrante mirada.
Encontró lo que estaba buscando y se dio la vuelta para sentarse con él.
-este lugar es muy bonito- comentó mientras observaba cómo estaban dispuestas las estanterías y los sillones con el fin de darle al lugar un toque muy acogedor.
Su sola presencia en el lugar la hacía sentir muy pequeña pero protegida a la vez. No sabía de donde venía esa sensación pero la asimiló como algo muy natural, y de hecho incluso primitivo, en ella.
- Es donde vengo siempre cuando quiero estar sola…- susurró pensativa preguntándose cómo era que de repente se sentía tan cómoda con él a su lado cuando lo conocía hacía apenas unas horas. Sus suaves cabellos caían por su frente ocultándome sus ojos cuando miraba hacia abajo, sus labios mostraban una sonrisa torcida cada vez que la miraba, algo que la hacía muy bien y un poco especial. Aunque nadie podía culparlo por provocar esa sensación en la gente.
Dave rompió el hilo de sus pensamientos cuando tomó el libro de sus manos y lo sostuvo en las suyas mientras decía:
-Yo también encuentro los libros fascinantes, es como si pudieras vivir tu historia a través de otras personas, es algo… cautivador.- afirmó mientras hacía pasar las páginas rápidamente.
Se quedó un poco asombrada por su peculiar modo de ver las cosas, ya que era raro porque los chicos no solían pensar así hoy en día y era reconfortante saber que aún quedaba gente así. Aunque bueno, la verdad es que Dave tampoco era como a mayoría de los chicos. 
-bueno- dijo mientras lo miraba y se moría de ganas por saber más de él, todo acerca de él. – cuéntame algo sobre tu vida, ¿vives con tus padres...? – Lucy dejó la pregunta en el aire.
Su rostro cambió una milésima de segundo de la relajación de su hermoso rostro a una pena abrumadora apenas discernible, y volvió a adoptar la misma expresión de antes con rapidez, aunque a sus ojos no escapó la tristeza incluso palpable que se respiró en el ambiente. Lucy esperó pacientemente a que respondiera.
-Mis padres murieron hace muchos años, en un accidente de coche, cuando yo aún era muy joven.- respondió y sonrió despreocupadamente para quitarle un poco de hierro al asunto.
-Lo siento muchísimo, no tenía ni idea- Se apresuró a decir a la vez que se arrepentía enormemente por haberle preguntado aquello, aunque era imposible que ella hubiera adivinado nada, aun así no podía evitar la tentación de hacer algo para hacerlo sentir mejor ahora que la expresión de hacía solo unos segundos cobraba sentido. Pero Dave sonrió con ganas.
-Tranquila, Lucy. No había forma de que lo supieras y de todos modos es algo a lo que estoy acostumbrado, asique lo que no te preocupes.- La tranquilizó con una risa despreocupada e imposiblemente hermosa aunque la alegría de sus labios no llegó a sus ojos.
Después de unos segundos utilizó toda la fuerza de su mirada y la descargó sobre ella intensamente mientras deslizaba sus hábiles manos hacia ella en un impulso que ninguno comprendió. A medio camino se interrumpió y se levantó para acercarse a una de las grandes ventanas.
Lucy lo observó mientras él miraba fijamente hacia el exterior con aire ausente. Ella no entendía muy bien qué acababa de ocurrir, e intentaba tranquilizarse al comprender que él había estado a punto de acariciar su cara… o al menos eso le había parecido. Estaba completamente aturdida, no era normal en ella esa constante sensación de tranquilidad y algo de temor, todo mezclado en un coctel emocional…
-Bueno… ¿Y qué es lo que te ha traído aquí? ¿De dónde vienes?– Preguntó con un tono desenfadado.
Él se enfrentó a ella después de un minuto escaso y sonrió de una manera enloquecedoramente dulce.
-No soy de ningún lugar realmente, no siento que pertenezca a ningún lugar en especial. Toda mi vida he estado viajando de un lugar a otro sin descanso, intentando no dejar de moverme. Pero ahora siento que ya no es necesario.
-¿Y eso a qué se debe?- quiso saber a la vez que bajaba un poco los hombros esperando su respuesta.
-Digamos que ahora, en este momento, estoy justo donde deseo estar- dijo a la vez que clavaba en ella una mirada llena de significado.
Lucy aparto la mirada unos segundo para intentar procesar la información.
Ella se acordó de Bruce y de lo todo lo que había pasado estando con él, de lo ciega que había estado durante lo que ahora consideraba un tiempo larguísimo y sintió que ella también estaba justo donde deseaba estar en ese momento…
Dave debió de notar el cambio que se produjo en su cara. La miró durante un momento mientras observaba con suma atención sus rasgos momentáneamente tristes. Ella no estaba triste ni mucho menos por no estar justo a Bruce, sino por no haberse dado cuenta antes del daño que se había hecho a sí misma permaneciendo a su lado, si se lo podía llamar así.
-¿ocurre algo?- preguntó Dave en un susurro.
-No es nada en realidad…-contestó apresurándose para cambiar de tema pero la profundidad de la expresión de Dave la detuvo.
-cuéntame, por favor.
Lucy no sabía porque sentía tantas ganas de contarle todo, de pensar que quizás alguien entendería porque se sentía así. Porque le daba tanta rabia haber sido utilizada como una muñequita más de la colección del miserable de Bruce.
-Hace unos meses un idiota llamado bruce jugo conmigo por decirlo de algún modo. El simplemente no tuvo interés en mí y yo no supe darme cuenta de ello antes. Bruce jugaba con todas las chicas, no eran más que diversión para él… estaba pensando en lo feliz que me sentía de encontrarme en este momento aquí. Yo también estoy justo donde deseo estar…
Esperó la reacción de Dave ante sus palabras mientras sentía como la sangre viajaba a sus mejillas.
Pero Dave simplemente la miró con muchísima intensidad mientras apretaba la mandíbula. Después de un momento volvió a sentarse a su lado.
-nadie debería ser tratado de ese modo- respiró hondo un minuto mientras Lucy encontraba furia en sus ojos.- Solo con pensar en lo miserable que es por haberte deshonrado… -dejó la palabra en el aire mientras nos mirábamos fervientemente por unos segundo hasta que aparte la viste al quedarme completamente aturdida por la belleza emanante de él.
No conseguía acostumbrarme a ese hecho. Después de un momento Dave sonrió y dijo:
-mmm… Muchas gracias. Me ha encantado, ha sonado un poco antiguo… - dije para quitarle un poco de hierro al asunto.
-sí, supongo que es un concepto algo anticuado, aunque no deja de ser cierto- respondió riendo entre dientes mientras la dulzura envolvía a sus ojos.
Lucy sentía como a cada minuto aquel chico misterioso ganaba un poco de confianza. Él le contó sus inquietudes y las cosas que más le gustaban y a la vez aprovechó el momento para saber más cosas sobre ella. La tranquila música los envolvía y Lucy sentía que jamás se había encontrado en una situación como esa. Todo estaba siendo demasiado bueno. No quería que terminara.
Después de un largo y bien aprovechado rato Lucy odio tener que despedirse de Dave, ya que había quedado en encontrarse con Vicky en el Gloria’s a seis y así podía aprovechar a comer algo. El al final la había ofrecido para llevarla a comer algo pero el tiempo había pasado muy rápido mientras estaba con él y ahora tenía que irse.
Cuando iba a despedirse de él, Dave la sorprendió ofreciéndole acompañarla hasta el Gloria’s en su coche ya que aún tenía el suyo en el aparcamiento del instituto. Lo aceptó de muy buen agrado mientras Dave continuaba cautivándola con cada minuto que pasaba con él.

Cuando llegaron al aparcamiento del Gloria´s Lucy no podía evitar sentirse extraña. Era una sensación nueva la que la cautivaba ahora al mirar los ojos de Dave mientras conducía. Habría querido saber todo de él… cosas que no se atrevía a pregunta como por qué no podía quitar ese velo misterioso que lo cubría a cada segundo que pasaba. Aunque también tenía que admitir que el hecho de que fuera misterioso sobre su pasado cuando ella le había preguntado, no dejaba de atraparla más y más en un remolino del que no se veía con fuerzas para escapar. Estaba completamente encandilada por Dave en más de un sentido.
Dave había querido saber cosas sobre su familia y sus amistades y también sobre la persona que la estaba esperando en el Gloria’s. Había sido muy consciente de él control que permanecía en un su rostro mientras esperaba pacientemente una respuesta. También noto el alivio que el sintió cuando supo que era su amiga la que la esperaba en la cafetería.
Lucy lo miraba a hurtadillas mientras conducía sintiéndose la persona más afortunada del mundo por encontrarse en un espacio tan pequeño con él. En ese momento solo existían ellos dos, dejando a Bruce en el pasado y sintiéndose más libre y segura que en mucho tiempo.
Cuando llegaron al Gloria’s se dio cuenta de que no habían hablado demasiado al final del trayecto en coche y en lo norma que había resultado eso, ya que ella siempre habría querido rellenar esos incómodos silencios con frases innecesarias.
Dave se apresuró a salir del coche para abrir la puerta de Lucy, pero ella no estaba acostumbrada a ese tipo de trato y salió del coche para ver como Dave caminaba con una gracia infinita hacia ella. Era el ser más hermoso que habría caminado por la tierra… Oh, por el amor de Dios, tenía que controlar un poco más sus pensamientos.
Sintió como Dave sonrió mientras la miraba con atención. Su pulso iba subiendo cada vez más.
Bueno creo que ha llegado el momento de que me marche…— Dave dijo— puedo intentar acercarte tu coche…
—no. De verdad, no es necesario. Le pediré a Vicky que me alcance al coche más tarde. No te preocupes.
—De acuerdo. Hasta mañana entonces — Dave se aproximó a ella —Lucy…—susurró mientras se acercaba para darle un suave beso en la mejilla.
Ella se sintió un poco mareada por su contacto mientras esperaba que no se acabara nunca y que él no tuviera que irse.
No temas, no te haré daño…
Sintió la voz de Dave en su mente cuando sus labios tocaron su piel y pensó que ya se había vuelto loca de remate. Debía de ser por no haber comido nada todavía. O simplemente que se estaba volviendo como una cabra. Lo que fuera, en ese momento le dio exactamente igual. 
De repente sintió una extraña impresión, como si ya hubiera vivido ese recuerdo antes.
La sensacíon de deja vú era intensa...  No temas, no te haré daño…
Lucy lo dejó pasar y miró a Dave, quedandose con su imagen, para poder recordarlo bien mas tarde...
—Hasta mañana, Dave. Me ha encantado pasar la tarde contigo. — 
Dave se volvió hacia si coche y subió como un guerrero, con sus ropas y su forma de moverse. Ese chico iba a volverla loca. Cuando Lucy se dio la vuelta para entrar en la cafetería, sintió la mirada penetrante de Dave en su espalda.
—Lucy— Él la llamo rápidamente antes de que atravesara la puerta— A mí también me encanto pasar la tarde contigo.
La miró de manera intensa a los ojos como queriendo decir con ellos mucho más que esas simples pero bonitas palabras. Entonces arrancó el motor y desapareció como un bólido. Lucy se quedó parada en el aparcamiento, mirando donde había desaparecido el coche de Dave.
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Esta historia tiene mucho que dar y pasaran muchas cosas! espero que les guste!
                                    



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