jueves, 20 de junio de 2013


            


                   Lazos eternos
                              Capítulo 2: inesperado

-¿no vas a comerte esto?- preguntó Vicky señalando un trozo de pastel que 
había en su bandeja.
Miró hacia abajo y se dio cuenta de que su comida seguía casi intacta.
-o mejor sería preguntarte... ¿te vas a comer algo de esto?- señaló nuevamente la bandeja. Vicky la miró fijamente y frunció el ceño-¿qué te pasa?
Lucy se encogió de hombros.
-Nada, ¿por?
La mirada que le puso Vicky le recordó que a ella no podía engañarla.
-Solo lo preguntaba, porque llevas un montón de rato sin decir una palabra y 
mirando a tu alrededor como una posesa... solo eso.
Lucy le dedicó a su amiga una mirada de odio.
-Yo no hago eso.
-Sí que lo hacías. – Puntualizó- pero eso no importa. Te ocurre algo…
Lucy no escuchó el resto de la frase que estaba diciendo porque en ese momento
 entro en el comedor Dave, deslumbrante.
Odió la sensación que le producía cuando lo veía. Era inapropiado para haberlo conocido hacia exactamente tres horas. ¡Aleluya!
Notó como toda la gente que había allí se volvía a observarlo conforme avanzaba.
 Sin embargo, el no parecía darse cuenta de eso, tenía el ceño fruncido y siguió caminando sin percatarse de nada. Excepto de ella.
Sus ojos volaron alrededor de todo el lugar hasta posarse en los suyos .Lucy intentó concentrarse en lo que Vicky le estaba diciendo.

¿Qué era lo último que había dicho?
-Lucy-se quejó Vicky.
-lo siento, de verdad. No me pasa nada, solo que hoy no tengo mucho hambre- repuso haciendo una mueca.
Patético.
- he visto como lo mirabas.
Oh, dios. No tenía ganas de hablar de eso, aunque no hubiera nada de qué hablar.
 - ¿A quién?- dijo con despreocupación, intentado disimular.
Esperaba que colara.
-ya sabes a quien-dijo Vicky con vos cantarina- tienes un destello de luz cada vez que lo miras.
-estas volviéndote loca, ¿lo sabias?- respondió la aludida con una mirada sarcástica, sonriendo.
-quizás...-admitió con una sonrisa- pero en esto tengo la razón.
Lucy buscó rápido otro tema del que hablar que no tratara de Dave.
-¿Por qué no dejamos ya el tema? no sé por qué estamos hablando de esto...-
Frunció los labios mientras se masajeaba la cabeza con aire distraído.
Debería comer algo más si se tiene en cuenta que su desayuno no había sido del todo abundante.

-¿estás bien? -preguntó su amiga, preocupada.
-solo es la cabeza...no he dormido muy bien anoche...
Lucy sintió otra vez el cansancio martilleando en su cabeza. Le vinieron a la cabeza 
las imágenes de los sueños de anoche, y se sintió más abatida aún.
-¿Has tenido alguna pesadilla?
Lucy lo pensó unos segundos. La verdad era que no sabía si realmente podría 
llamar a su sueño “una pesadilla” pero desde luego que la había dejado algo 
cansada por no hablar de que no podía sacarse de la cabeza al misterioso chico de aquella habitación, aunque no podía recordar su rostro.
-bueno… algo parecido, pero no hay de qué preocuparse. Ya se me pasará, o eso espero…
-yo también...me deprime verte así...últimamente no haces nada ¿sabes?- sonrió con descaro- ¿Ves? sabía que el comentario te haría sonreír.
 Esta vez Lucy sonrió con ganas.
-sobre todo porque sabes que no es verdad-dijo mientras mordisqueaba su manzana.
Vicky siempre hacía ese tipo de bromas. Una de las cosas que más le gustaba de su amiga era la capacidad inagotable de hacerla sentirse bien a toda costa.
Y la inagotable fuente de optimismo que tenía era justo lo que necesitaba.
-sí, ya. Algunas hacemos planes de vez en cuando. ¿Qué te parece si hoy me acompañas a Gloria's?
Lucy puso mala cara. No le apetecía mucho ir a la cafetería donde ella y Vicky
 habían pasado las tardes cuando el invierno era demasiado frío y no podían salir a la calle.
Al pensarlo le vino a la mente un recuerdo.
Vicky y ella jugaban en la nieve mientras sus madres estaban dentro tomando un café.
Tendrían unos cinco años. Lucy está convencida de que si se alejaban un poco no pasaría nada y además de ese modo se lo pasarían mejor.
Con la nariz roja por el frío, había convencido a Vicky para alejarse más.
Cuando se volvieron a acordar de que tenían que volver dentro, sus madres llevaban
 un rato buscándolas. Finalmente las encontraron muertas de frio en la nieve. La madre de Lucy había enfurecido al principio.
Les habían echado la bronca por alejarse y perderse.
Lucy soltó una risita nerviosa al acordarse.
- vale, no tienes ganas- repuso Vicky al ver la cara que había puesto segundos antes
- ¿sabes qué?, sí. Vamos después de clase -repuso con soltura - ¿qué te parece?
- ¿y ese cambio de opinión tan repentino?- dijo Vicky sonriendo picaronamente
Lucy se devolvió la sonrisa complacida con lo que estaba pensando.
- Quizás tengas razón con lo que dijiste antes...-comentó Lucy en vos baja.
Era verdad que últimamente estaba atrincherada en su cuarto y de pronto se sintió culpable por su amiga.
-¿acerca de qué?
- "...me deprime verte así...últimamente no haces nada ¿sabes?" - dijo imitando
 la vos de su amiga con un tono mucho más odioso para que adoptara una carácter cómico en vez de malvado.
-oh así que después de todo reconoces que es verdad. Bien, es un paso...
Antes de que terminara de hablar Lucy la interrumpió mientras ponía los ojos en blanco.
-deja de hablar como si fuera tu paciente y tú mi psicólogo- repuso mientras le propinaba un empujón juguetón en el hombro a su amiga.
Las dos empezaron a reírse a carcajadas por lo ridículo de la situación.
-vale ya- interrumpió Vicky entre risas- esto es realmente estúpido.
De pronto el rostro de Vicky se tornó serio y miró a su amiga son gravedad.
Lucy se desconcertó.
-¿Qué ocurre?
- no puedo creer que finalmente me hayas hecho cambiar de tema - respondió
 y las dos comenzaron a reír otra vez.
- no sé por qué te empeñas en averiguar algo que no existe - declaró Lucy - me explicas de dónde has sacado todo el tema ese del chico nuevo, ¿cómo era su nombre? ¿Dave?
Vicky capto el buen humor de su amiga al instante.
- ¿sabes por qué insisto en sacar el tema de Dave...?- se quedó un momento en silencio. Miró detrás de Lucy buscando algo.
Estuvo tentada de averiguar de qué se trataba pero lo dejó pasar.
Al fin y al cabo cuanto antes contestara, antes se acabaría esta absurda conversación.
-bueno, querida y afortunada amiga, te informo que el chico misterioso te ha estado mirando casi todo el almuerzo.
Supuso que su amiga estaba exagerando.
- seguro que no, serán imaginaciones tuyas. Ya te lo he dicho, Vicky.
 Algún día quizás trabajes de eso o algo por el estilo pero mientras tanto, deja 
de querer emparejar a todo el mundo.
Su amiga sonrió con fervor.
- a). Yo no junto a la gente, solo los ayudo. Es algo inevitable, tan sólo lo agilizo.
Y b). Te digo la verdad.
Lucy se acomodó un momento en la silla y después de un segundo giró la cabeza para comprobar si Dave estaba ahí.
Y en efecto, el misterioso y solitario chico nuevo estaba sentado encima de una mesa vacía, tan despreocupado y enloquecedoramente hermoso que hasta le dio rabia.
Notó que nadie más se había sentado en la mesa con él, aunque algún instinto se dijo que algunos se morían por hacerlo. Sin embargo había algo que los apartaba de su camino.
Descubrió con cierto asombro que el hecho de que la gente no se estuviera relacionando con él se debía a que en cierto modo parecía peligroso y muy diferente al resto de los chicos del instituto.
Su mirada era profunda cuando la observó y hasta pícara. el brillo amatista de sus ojos no se perturbó ni un instante.
Lucy sintió la sangre llegar a su cara y se apresuró a apartar la mirada y fijarla en su amiga rápidamente.  Ella la miraba satisfecha, estaba haciendo su trabajo.
- pero ¿por qué iba a hacerlo? -preguntó
En realidad no se creía las bobadas de Vicky.
- a mí no me mires. ¿Por qué no se lo preguntas tu misma?
-debes de estar loca...-susurró aunque sabía que Vicky la oía perfectamente.
-bueno de todas formas tengo que irme. 
Su amiga comenso a recoger sus cosas. 
- ¿dónde vas? -inquirió extrañada
- geometría a cuarta hora - contestó con un suspiro y no hizo falta decir nada más para que la entendiera. 
Antes de irse completamente, le dijo- ¿te importaría llevarme la bandeja?
Ella asintió y Vicky salió disparada por el pasillo.
La compadeció por un segundo.
respiró por unos segundos y se levantó. Recogió las dos bandejas y se encamino hacia el contenedor de la cafetería, intentando no dirigir su mirada hacia la derecha...
Había una persona dejando su bandeja asique aprovechó a caminar lento y así ahorrarse el esperar.
Cuando ya casi estaba llegando al contenedor, el bolso que tenía los libros se le 
resbaló del hombro y el peso de éste hiso que las bandejas de balancearan.
De pronto unas manos asombrosamente fuertes y masculinas estaban ahí ayudándola a sostenerlas mientras se colocaba el pesado bolso en el hombro otra vez. No lo había visto ni acercarse... Dave la miraba ardientemente.
-uy -murmuró.
No se le ocurrió nada más que decir. Aprovechó la oportunidad para observar su rostro y absorber la belleza de tan finos rasgos.
-no te preocupes- dijo con vos serena- Las llevaré por ti.- ofreció mientras 
señalaba su propia bandeja, completamente vacía.
-de acuerdo- dijo con vos amable y torpe mientras se acomodaba el pelo, que se le caía en los ojos. Deseó no tener mal aspecto, y deseó haberse puesto algo más "llamativo".
Ese pensamiento la hizo refunfuñar quedamente y  esperó, al menos, que él no se hubiera dado cuenta.
Dave sonrió y mostró una hilera de dientes alineados y perfectos. Alargó la mano y cogió las dos bandejas.

Se sintió rara cuando sus manos se tocaron, como si la recorriera una extraña sensación. Una corriente eléctrica corriendo por su piel.
Después de un segundo, él se dio la vuelta, retiró los envoltorios y la basura restante
de las bandejas y las colocó con las demás. Entonces se volvió para mirar a Lucy.
Dave hacía movimientos rápidos y limpios... ¿Cómo era posible que no pudiera quitarle los ojos de encima?
Se quedó como una tonta observándolo. Eso la irritó un poco por lo que se
apresuró a cambiar la expresión de su rostro por una más normal.
-muchas gracias- le dijo, ya que no sabía que otra cosa podría decirle.
Dave le guiñó un ojo mientras ella sentía como se sonrojaba apenas y después volvió a su mesa para recoger sus cosas.
Lucy miró al suelo unos instantes y cuando levantó la mirada Dave ya se había ido.
Recorrió por un segundo la cafetería antes de irse...todos estaban mirándola.
En ese momento tocó el timbre.

Lucy respiró hondo y comenzó a recoger sus cosas. Por fin habían acabado las clases, y pensaba salir lo más rápido posible del instituto.
Se había pasado gran parte de la ultima hora pensando en unos ojos que no podía olvidar, unos ojos inconfundibles, en los que el brillo amatista no se apagaba... y en cómo la había mirado Dave.
Le sorprendió la naturalidad con la que pensaba su nombre, algo que la enfureció. 
¿Por qué se sentía tan atraía hacia él? no le conocía.
Lucy miro al frente olvidándose por completo del hilo de sus pensamientos y salió fuera. El aire fresco le dio en la cara, algo que agradeció enormemente.
Estaba deseando llegar a su coche cuanto antes pero aún tenía que encontrar a Vicky para ver a qué hora irían al Gloria’s. Se tomó su tiempo mientras localizada el coche de su amiga y se dirigía hacia él. Cuando llegó, Vicky la esperaba apoyada en la puerta de su coche.
-por fin-dijo- creí que antes llegaría el apocalipsis
-vamos, no exageres.
Vicky sonrió como siempre, caminó con los libros en la mano hasta ponerlos en el asiento del copiloto de su coche y de dio la vuelta para decir.
- pareces algo alterada.- la miro fijamente- ¿estás bien?
-claro que sí - Vicky siempre sabía cuando algo le pasaba, no se le escapaba una. -Supongo que debería irme a casa a comer algo, ya sabes.- Suspiró- ¿A qué hora te apetece ir al Gloria's?
-a las 6 estaría bien- contestó Vicky guiñándole un ojo- ve tranquila, nos vemos más tarde -dijo a la vez que comenzaba a chatear por el móvil.
- de acuerdo, adiós –Lucy se despidió con la mano tras darle un abraso y ver como subía en su coche.
La vio alejarse, dio media vuelta y comenzó a buscar su coche con la vista.
Pero lo que le llamo la atención no fue su coche, si no el despampanante BMV negro aparcado justo al lado. Recordó que cuando había llegado por la mañana el sitio vacante estaba vacío.
Se preguntó quién tendría un coche tan ostentoso, que Lucy recordara no conocía a nadie que tuviera ese coche en particular, aunque claro era obvio que seguramente se trataba de Dave. ¿Quién más podría pasearse con un coche así sin resultar llamativo
 en el aparcamiento de un instituto?, sin ninguna duda él.
Cuando fue a entrar en la cabina de su coche, sintió la respiración de alguien detrás de ella.
Se giró repentinamente, para encontrarse a Dave mirándola lentamente otra vez, como si la estuviera estudiando, apoyado en el capo de su BMV.
Lucy se quedó mirándolo fijamente, analizando cada parte de su rostro. Llevaba puestas las gafas de sol, algo que lo hacía parecer algo peligroso y desde luego, muy apuesto y seductor. Los suaves mechones de su cabellos caían gloriosos.
Era la segunda vez en el día que el aparecía sin hacer ruido.
Respiró hondo intentando que no se notara lo encantada que estaba de verle otra vez, aunque no quisiera admitirlo.
-Veo que seguimos coincidiendo en todos lados ¿no?- dijo alargando la ultima palabra de forma sexy, mientras se quitaba las gafas de sol y dejaba entrever los ojos.
Estaba tan enloquecedóramente guapo mientras la miraba con esos ojazos negro tan penetrantes... Se sintió algo cohibida
-¿qué haces aquí?- preguntó sorprendida después de unos segundos.
-bueno... este es mi coche... -respondió de forma tentadora, encogiéndose de hombros.
-tiene sentido, la verdad...- Lucy se sintió estúpida al no tener nada más que decir y
 se dio la vuelta para buscar en el bolso las llaves de su coche rezando que pensara 
que estaba loca y se fuera, así dejaría de hacer el ridículo cada vez que él estaba 
cerca.
-me he fijado que coincidimos en varias clases- comentó casualmente mientras observaba como un mechón de mi pelo se salía de mi coleta y se rizaba por su rostro- y estaba pensando que podrías acompañarme a alguna librería, y así conseguir mi ejemplar de Amor en tiempos de cólera, si no es mucha molestia.
Se interrumpió y la miró expectante.
Entonces se acordó de que el profesor Frank les había mandado ese libro para este trimestre y por lo tanto tendría que pasarse por la tienda a recoger su ejemplar. Después se encontraría con Vicky en el Gloria's, aunque a decir verdad no tenía muchas ganas de ir.
Dave se dio cuenta de que le había dado por pensar y aprovechó para tomar sus libros.
-creo que tú también lo necesitas, en tal caso podemos ir juntos- entonces puso toda la atracción de su mirada sobre ella.
Otra vez sus ojos tenían pequeños destellos violetas que hicieron que Lucy se sintiera mareada ante tanta belleza. Era como una estatua del ángel salvador parado contra el coche mientras esperaba su respuesta. No podría haber rechazado su invitación aún de haberlo intentado.
Él era todo lo que siempre había querido conocer, y parecía tan real frente a ella.
-claro que si- dijo casi sin respirar.
-será mejor que antes te lleve a comer algo- Lucy frunció el ceño ente sus palabras- por lo que vi hoy en el almuerzo, no has comido mucho- se explicó antes de que ella tuviera la oportunidad de preguntar.
Dave era sumamente observador, pensó en el fondo de su mente.
-sí, tienes razón...eres muy perceptivo ¿no es así?- dejo la palabra en el aire sin saber muy bien porque se había parado en un detalle tan tonto.
-¿por qué lo dices?
Sus ojos relampaguearon mientras lo miraba y ella se iba sintiendo más y más cohibida a medida que pasaban los segundos.
-sabias que no había comido nada en el almuerzo...
Antes de que pudiera terminar la frase, él se apresuró a responder, sabedor de la pregunta que ella tenía en mente.
-bueno digamos que le doy mucha importancia a los detalles...y tú eres...no importa.- movió sus ojos hacia otro lado para que Lucy no pudiera ver que había en ellos, pero habría jurado que estaba sonriendo.
-¿Qué soy yo?- preguntó un poco confundida por este chico tan misterioso que casi 
no la conocía y por el que sentía una atracción magnética más que preocupante.
Sonrió ante el pensamiento. Al ver su sonrisa Dave la miro fijamente y dijo:
- eres la chicas más hermosa que me acompañará a una librería, necesitamos nuestro ejemplar ¿Recuerdas?- contestó eludiendo la pregunta.

Lucy no sabía que decir a eso...la había llamado hermosa... no era algo a lo que estuviera acostumbrada a escuchar demasiado, y la hizo sentirse rara y sobretodo muy alagada, porque por encima de todas las cosas, quien estaba parado en frente de ella, llamándola hermosa, e intentando hacer algo juntos era Dave, y por mucho que intentara pensar racionalmente no había escusa en el mundo que podría haber servido para eludir esta "cita". Tampoco es que quería que hubiera escusas.
 -me encantaría ir contigo, ¿vamos?- preguntó con entusiasmo.

Vicky se volvería loca de entusiasmo si supiera que el misterioso chico nuevo estaba invitándola a pasar la tarde con él, y aunque pareciera extremadamente pronto, no pudo evitar sentirse muy feliz y muy tranquila.
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aqui va el segundoo capítulo!! espero que les guste!  COMENTEN

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